Algunas recomendaciones de variedad de ensaladas

Fuera mitos. ¿Qué es eso de que “no disfrutas nada con una ensalada”? Aquí tienes algunas recetas que por su colorido, sabor y presentación encantarán a tus hijos. Las ensaladas pueden llevar fruta. En este caso el caqui le da un toque dulce que contrasta con el sabor de la pasta y del queso de cabra: perfecto para una refrescante comida. Las alubias también son para el verano, pero en ensalada. En el caso de las alubias negras nos aportan fibra, minerales y antioxidantes. Mezcladas en esta ensalada con colores vivos y muy apetecibles, no habrá niño que se les resista No todas las ensaladas son de lechuga y la rúcula es una sustituta perfecta. Tiene un sabor muy característico que enriquece los platos y aporta matices distintos. Eso sí, si a los niños les resulta muy fuerte su sabor, se pueden añadir unos brotes tiernos o unas hojas de lechuga. Los mejillones son una de las mejores fuentes de vitamina B12, imprescindible para el sistema nervioso, y los huevos de codorniz tienen menos calorías y colesterol que los de gallina. El resultado de su mezcla, un salpicón nutritivo y delicioso. Nueces y queso no saben a beso, pero se llevan de maravilla, y las espinacas aportan al plato fibra y vitaminas A, C y E. Eso sí, escógelas procedentes de cultivos ecológicos, si no, contienen muchos nitratos por los abonos y están desaconsejadas en niños menores de un año y embarazadas.